Situado a los pies de la iglesia de San Pedro y San Pablo, es uno de los cementerios más importantes de Praga. Nace a finales del siglo XIX con la idea de crear un panteón de literatos ilustres checos,el mausoleo Slavin, idea para la que contó con la donación de Peter Fischer, comerciante de madera y alcalde en ese momento de Smíchov.
El mausoleo de Slavin fue construido entre 1889 y 1893 a perpetuidad. El arquitecto fue Antonin Wiehl, discípulo del mayor arquitecto checo del siglo XIX, Josef Zitek.
Este mausoleo está compuesto por una cripta con 44 tumbas a las que se llega a través de una escalera de granito. En medio de esta plataforma se eleva un monumento central en el que una figura alada alegórica, la Madre Patria, se inclina sobre un sarcófago. A ambos lados, dos figuras representan a una patria afligida y a otra victoriosa, y en el frente del monumento una placa conmemorativa con los primeros 15 enterrados en este mausoleo. El primer morador fue el poeta Julius Zeyer, en 1901, y algunos de sus versos están esculpidos en los pedestales de las estatuas que acompañan al monumento funerario.
En 1908 sufre una reforma debido a los defectos causados por la humedad, y se aprovechó para elaborar una propuesta de rehabilitación de la cripta, que gracias a la donación del Banco de Seguros, el suelo de la cripta y las paredes se forraron de mármol y el techo con mosaicos de colores. Además se le añadieron nuevos elementos como ventanas, puertas, lámparas con luz eterna, etc.
A lo largo de los años sufrió más reformas, en especial a partir de 1960 cuando el cementerio pasa a ser de pertenencia estatal. Entonces se abre, no solo a literatos importantes checos, si no a cualquier persona destacada en las ciencias, artes, arquitectura y cualquier sector de la cultura. Y a día de hoy, no tiene permitido enterrar a políticos ni personalidades de la vida pública.