Tumbas de perros famosos

El mejor amigo del hombre, da sin recibir y siempre regala un movimiento de rabo. Aunque también son unos trastos y mordisquean todo lo que se encuentran, que hay que decirlo todo. Pero hay que reconocer que son unos amores.

Hablamos de los animales de compañía, esos compañeros que están a nuestro lado y nos regalan tantos buenos momentos. Por ello cada vez más se abren cementerios para nuestros animales de compañía, si ellos nos acompañaron en su vida que mejor manera de despedirlos que honrarlos con un entierro digno.

Hoy nos centraremos en los perros, concretamente en los perros que a lo largo de la historia fueron famosos por salvar vidas, ser auténticas estrellas de cine o maestros del esquí acuático.

Conocido mundialmente, apareció en casi 30 películas de Hollywood y es en gran parte responsable de la popularidad de la raza como mascotas. Hablamos del Pastor Alemán llamado Rin Tin Tin. ¿Quién no le conoce? El famoso can a pesar de ser una estrella del celuloide fue un gran activo durante la Primera Guerra Mundial. Lamentablemente falleció y fue encontrado y rescatado en una trinchera. Este gran perro se encuentra enterrado en el Cimitière des Chiens, uno de los cementerios de mascotas más antiguos de Europa.

Cruzamos el Atlántico, cerca de Nueva York encontraremos el Hartsdale Pet Cemetery, el primer cementerio de mascotas de Estados Unidos. Fundado en 1896, allí descansan más de 80.000 perros, gatos, conejos, pájaros, reptiles, monos, caballos, un león e incluso algunos humanos enterrados en sus cinco acres.

En el centro del cementerio se encuentra el War Memorial Memorial en honor a los perros que sirvieron en la Primera Guerra Mundial, y está rodeado de tributos al perro espacial Laika (aunque no está enterrado en el cementerio), así como a los perros que ayudaron en la búsqueda y rescate después del bombardeo de la ciudad de Oklahoma en 1995. Aquí también se conmemora a Sirius, un perro que perdió la vida en los ataques terroristas del 11 de septiembre.

Y ¿quién no ha visto El mago de Oz? ¿Recordáis a Totó? Pues lamentablemente en el cementerio de Los Ángeles sólo podremos ver un memorial levantado muchos después de que la tumba del famoso perro fuera arrasada por el estado de California en 1958 para construir la autopista Ventura.

A Boomer no le hacía falta ser una estrella del cine para ser un héroe o famoso. Este perro consiguió salvar la vida de su amo a pesar de sólo tener tres patas. Según cuenta la historia, el perro corría junto a una línea de ferrocarril cuando se produjo un incendio en el tren. Al ver esto, Boomer levantó su pata a mitad de carrera para hacer pis y así apagar el fuego (intentarlo lo intentó el pobre) no lo consiguió, es más esta heroica tarea le costó la vida al can. Puede sonar extravagante, si, aún así una sencilla piedra conmemorativa se levanta en su honor en Makanda, Illinois.

Volvemos a Europa, ya hemos hablado de él. Cuando en nuestros miércoles de paseo cementeril de fuera de España os hablamos del Greyfriars Cemetery en Edimburgo os contamos la historia de Bobby. La lealtad y devoción que mostró el can hacia su amo fue brutal. Durante catorce años vigiló y cuido la tumba de su dueño y amigo. Cuando finalmente falleció, Bobby fue enterrado en el cementerio no muy lejos de la tumba de su dueño. Se lo merecía con creces.

Generoso sin esperar nada a cambio, así era Brownie. Propiedad de nadie, pero amado por todos. Un perrete callejero de color caramelo y de pelo corto. Vivió en la calle Beach en Daytona durante 15 años, tiempo en el que se ganó el corazón de los lugareños por su alegría. Comerciantes, turistas y los habitantes de la población donaron fondos para mantener a Brownie que siempre estuvo bien alimentado y atendido. E incluso abrieron una cuenta bancaria a su nombre para asegurarse de que siempre hubiera dinero suficiente para comprar comida para perros en sus mismas condiciones. Cada año, la gente del pueblo le compraba a Brownie una licencia de perro, su etiqueta siempre era el número 1, lo que significaba que él era el embajador oficial de buena voluntad para la ciudad.

Cuando un Halloween de 1954 Brownie falleció toda la ciudad lloró su muerte, el panegírico del funeral fue dirigido por el alcalde de la ciudad y asistieron casi 100 personas.

Un portento del esquí acuático, así podríamos definir a Rex. Atracción estrella en Steel Pier de Atlantic City durante los años treinta y cuarenta. Muchas personas acudían a verle en plena acción durante años. Cuando falleció fue enterrado en el pintoresco cementerio de Nueva Jersey donde descansa junto a otro perro estrella, Paradiddle Ben que tiene una de las lápidas más notables, grabada con las máscaras de la comedia y la tragedia.

Desde luego el que sean los mejores amigos de uno a lo largo de su vida hace que sea más que necesario que nuestras mascotas tengan un lugar donde poder tener su descanso eterno.

Clara Redondo