La iglesia ortodoxa es una confesión cristiana cuya antigüedad se remonta a la época de los doce apóstoles, a través de una sucesión apostólica que no ha sido interrumpida.
La visión ortodoxa de la iglesia se centra en la resurrección de Jesús, por lo que esperan que toda la humanidad resucite con él algún día. De esta manera, la vida y la muerte son parte de un mismo proceso, entendiendo la muerte como un paso para llegar a un estado superior de existencia. Es por esto que todo el rito funerario desde antes del fallecimiento están completamente ligados a la resurrección como eje de la fe católica ortodoxa. A diferencia de la iglesia católica cuyo ritual funerario se centra en pasar ante el tribunal de Dios, en la ortodoxa el eje central es la resurrección.
La diferencia entre los ritos funerarios ortodoxos de un país a otro son meramente culturales, ya que la base es la misma sean rusos, bielorrusos, húngaros, rumanos o turcos.
Preparación
Cuando la persona está por morir de una manera esperada, se llama al cura para que el enfermo realice su última confesión y reciba una última comunión. Luego se rezan salmos o se lee el evangelio al oído, pues se considera que es el último sentido que se pierde antes de morir.
Una vez que la persona ha fallecido, se prepara el cuerpo para el velatorio. Según la iglesia ortodoxa rusa, se debe lavar el cuerpo con agua bendita mientras se leen salmos y luego vestirle de blanco con ropa que no haya sido acabada, pues se considera que esta será terminada en el otro mundo. Pero como ya hemos comentado antes, depende de las tradiciones locales también el que esta parte del rito se lleve a cabo o no.
En los casos en el que la ceremonia es más apegada a las tradiciones rusas, después de lavar y vestir el cuerpo, la familia deja en el centro del pecho del difunto un icono de Jesús y se cubre el cuerpo con un manto blanco.
Después se realiza un responso en el lugar donde la persona falleció, ya que se considera que le ayudará a pasar hacia el otro lado.
La tradición rusa además permite el velatorio en casa del difunto, en un féretro abierto durante tres días y con los pies apuntando hacia la puerta, ayudando a la persona a seguir su camino.
El velatorio y la ceremonia
Una vez en la iglesia o en el velatorio, la ceremonia empieza con la incensación del lugar, los fieles, el féretro, el altar y los iconos; se considera que el incienso produce una conexión con Dios.
Después comienzan las oraciones por el difunto y sus familiares. En estas oraciones se acompañan de un coro, que responde a las oraciones del sacerdote. Se rezan poemas y salmos de diferentes santos, ayudando al espíritu del difunto para que alcance la salvación.
Casi al final del rito fúnebre, el sacerdote reza cerca del difunto como si fuese este quien le habla a su familia despidiéndose. Antes de acabar, se reza por última vez pidiendo la absolución de los pecados de la persona, y se bendice el féretro. En la tradición rusa, ahora se introducirían en el féretro los iconos que tenía en vida además de un escrito con la absolución que se ha leído anteriormente durante el funeral.
El entierro
El féretro puede ser llevado al cementerio bien en la carroza o a hombros de los familiares. Delante del cortejo fúnebre va el sacerdote, detrás el féretro, después la familia y al final, el resto de acompañantes.
Una vez llegado al lugar del entierro, el cura bendice la sepultura y se procede a una pequeña ceremonia para no alargar más el dolor de la familia. Después se vuelve a bendecir el féretro y el lugar de sepultura.
Una vez terminada la ceremonia, la familia se coloca a la salida del cementerio para recibir el pésame.
Una vez acabado el entierro, los dolientes regresan a la iglesia a compartir café amargo. Se trata de una taza de café pequeña que se bebe rápido, se levanta la taza en modo de brindis y se dice en árabe “que descanse en Dios” . En el caso de los rusos, este pequeño acto también se hace con vodka.
Después del entierro la familia se retira de la iglesia y va a casa del difunto, donde hacen una gran comida en su honor. Los alimentos dependen de la cultura de la que procedan, ya sean rusa, griega, o árabe entre otras. Se trata más de una celebración en su honor que de un momento de tristeza.