“El cementerio general de todas las almas” con esta presentación dan ganas de entrar sí o sí. Hoy nos vamos a Londres y a pasear (virtualmente, claro) por uno de sus cementerios más emblemáticos.
Este cementerio podría decirse que fruto de la perseverancia de un hombre: George Frederick Carden. Él ya había intentado que un cementerio inspirado en el Père Lachaise de París se implantara en la city londinense. Pero un nuevo comité establecido en febrero de 1830 ganó más apoyo financiero, político y público para sacar adelante su proyecto. Después de varias reuniones públicas y privadas en tabernas de francmasones se llevaron el gato al agua, a Carden le eligieron de tesorero, cosa que agradeció pues de una manera o de otra aportaba su granito de arena al proyecto.
Después de conseguir los permisos pertinentes comenzaron los tira y afloja teniendo como punto más crítico para solventar el diseño del cementerio. Unos lo querían al más puro estilo griego, otros (entre los que se encontraba Carden) gótico. Una ristra de arquitectos fueron presentando sus proyectos; todos fueron rechazados hasta que consiguieron ponerse de acuerdo en el diseño: Renacimiento gótico. Pero no debió de quedar muy claro el acuerdo pues finalmente fue rechazado y los defensores del estilo griego ganaron.
Aún así el estilo gótico es claramente palpable en el cementerio; algunos debieron de pensar que si el estilo griego era la línea general de la construcción, el otro estilo reinaría en el interior del cementerio. Así pues los mausoleos privados son un claro guiño al gótico más puro.
El cementerio Kensal Green cuenta con el honor de ser el primero de los “Siete Magníficos” cementerios estilo jardín que hay en Londres. Sus puertas fueron abiertas por primera vez un 24 de enero de 1833 y consagrado como Charles James Blomfield, obispo de Londres, recibió su primer morador a los pocos días.
La distribución general se configura por un eje central, este camino conduce a una capilla elevada que se encuentra hacia el oeste, a ambos lados de dicho camino se elevan los monumentos funerarios más grandes y con sus moradores más ilustres.
Sus edificaciones más notables junto con los mausoleos y panteones sin duda son las capillas. La capilla Anglicana se sitúa justo en el centro del cementerio y dentro posee varias tumbas. Debajo de la capilla hay una catacumba, una de las pocas que hay en Londres. Actualmente no se mantiene, pero se puede visitar como parte de una visita guiada.
La capilla de los disidentes se encuentra en la esquina E del cementerio, su estilo del Renacimiento griego era para el uso de todas las denominaciones no anglicanas y de los no creyentes. Solo una parte del cementerio fue consagrado y los disidentes podían optar por ser enterrados en las áreas no consagradas después de un servicio aquí. Por ello aquí muchos inconformes, librepensadores, no cristianos y ateos eligieron este cementerio para su descanso eterno haciendo que en aquella época la capilla fuera muy popular. Actualmente, la capilla después de ser restaurada es oficina del Cementerio Verde Friends of Kensal, pero también está disponible para servicios funerarios seculares y disidentes.
Ya hemos mencionado la catacumba de la capilla Anglicana, pero este cementerio posee dos más. Las que todavía están activas poseen espacio para unos 4000 depósitos, y todavía ofrece loculi privados y estantes o bóvedas para grupos familiares. El descansar aquí es más costoso y prestigioso que un sencillo entierro en una parcela en los terrenos del cementerio, sin embargo es más económico que construir un mausoleo. Por ello las catacumbas ofrecen un lugar seguro, digno y exclusivo para los acomodados.
Y como no, también entre sus muros descansan infinidad de personajes ilustres: escultores, compositores, cantantes, filósofos, políticos. Aunque sin duda su más querido personaje es George Frederick Carden, al que de alguna manera hay que agradecer que pusiera tanto ímpetu en que este bello cementerio fuera creado.