¿Dónde está enterrado H. R. Giger?

 

 

Poltergeist II. Species. Prometheus.”.Emerson, Lake and Palmer. Debbie Harry. La portada (censurada) del disco de Dead Kennedys “Frankenchrist . El micrófono del cantante de Korn. Dark Seed, el videojuego. Li II. Y Alien.

Tal día como hoy hace tres años falleció uno de los artistas gráficos y escultores más flipantes que nos ha dado la historia, H. R. Giger.

Nacido en 1940 en Coira, Suiza, comenzó a trabajar como diseñador de interiores, trabajo que le dura tan solo dos años pues prefiere dedicarse a crear su arte, tan oscuro y fantasioso, que se ve marcado como tal para siempre con el suicidio de su pareja en 1975. Pero siempre había estado obsesionado en sus obras con la muerte y el sexo, algo no muy bien visto en la Suiza rural de los años 60 y que le trajo algún que otro quebradero de cabeza a los dueños de las galerías donde exponía.

Antes del suicidio de su pareja, conoce a Dalí en Cadaqués, el cual le presenta a Alejandro Jodorowsky, y le recomienda para el proyecto de Dune, la película, en la que al final no participa, pero le sirve para conocer a Dan O’Bannon, guionista y diseñador que le incluye en el proyecto de Alien, que le valió un Oscar al mejor diseño escénico.

También diseñó portadas de discos, de los antes mencionados Emerson, Lake and Palmer, un cráneo humano encerrado en una máquina que se ha convertido con el tiempo en uno de sus dibujos más representativos. Pero pese a su fama, sus proyectos seguían siendo rechazados, como el diseño de su batmóvil para Batman Forever, e incluso censurado, como comentaba antes, ya que su portada de penes penetrando vaginas para el disco de Dead Kennedy no pasó la censura y estos tuvieron que cambiarla.

Siempre tuvo la imagen de un artista melancólico, misterioso, que trabajaba sólo de noche (ahora lo llamaríamos night owl) y que siempre vestía de negro (hábito que adquirió porque se notaban menos las manchas de tinta en su ropa, no por otra cosa).

En 1998 compra el Chateau St. Germain en Gruyères y establece un museo con su nombre y sus obras, pues siempre se mostró satisfecho con la aceptación que había tenido el público con su creación, la combinación de máquinas y piel humana. Para él, que la gente se tatuara sus obras era el mayor cumplido que podían hacerle, elegir un dibujo suyo para llevarlo toda la vida era el mayor de los reconocimientos que podían darle.

 

A H.R. Giger no le asustaba la muerte, pero tampoco quería saber si se iba a morir o no. Tenía dicho a sus médicos que nunca le informaran si sufría alguna enfermedad grave, ya que el saberlo le restaría coraje a la hora de afrontar su vida. Y fue una mala caída la que se lo llevó el 12 de Mayo de 2014.

Fue enterrado en el Cementerio de Gruyère, muy cerca del museo que lleva su nombre.

Aunque nos hubiese encantado que la tumba real fuera esta:

 

En realidad, viendo el cementerio,

 

Es más probable que esta sea la real:

 

Para mi H.R. Giger fue el autor de las portadas de mis carpetas durante la adolescencia, sus dibujos poblaban las paredes de mi habitación y varias de mis camisetas. Esa mezcla de lo ciber con lo humano, del metal y el acero con la carne, en combinación perfecta, sus detalles me siguen volviendo loca; cualquiera de sus imágenes me creaba una historia en la cabeza que hacía volar la imaginación durante horas. Y luego corriendo a hacer los deberes.

Como él mismo dijo en una entrevista en 1974 “Si les gusta mi trabajo son creativos… o es que están locos”

Paloma Contreras