La niña del chicle (chewing gum girl)

El cementerio de Overleigh en Chester, Inglaterra es todo un dechado de arte romántico y victoriano. Entre sus cientos de admirables lápidas, destaca la de Mabel Francis Ireland Blackburn, más conocida como “chewing gum girl”, la niña del chicle.

Se la conoce por este sobrenombre ya que en el siglo XIX se colocó un cartel cerca de su tumba con la intención de que los jóvenes no comieran chicle:

Chewing gum, chewing gum, made of wax

Brought me to my grave at last

When I die, God will say “Throw that dirty stuff away

Este lema se hizo tan famoso que se convirtió incluso en una canción para saltar a la comba.

Pero nada más lejos. Mabel murió de tosferina a los 3 años, en 1869. Su lápida es una de las dos únicas que hay en el cementerio que representan personas, y tiene la curiosidad, además de la leyenda en sí, que por la forma de la figura yaciente, la inspiración está sacada de una fotografía post mortem: Mabel no descansa sobre la cama, está como empotrada en ella. La forma de las sábanas, sujetándola, en vez de cubrirla de forma liviana como suele ocurrir en este tipo de monumentos, también deja ver ese rasgo de pose y falta de naturalidad evocadora que tendría cualquier escultor.

En la tumba de Mabel nunca faltan flores frescas y algún juguete, regalos de los visitantes de este cementerio. Sonrío al escribir esto porque nosotras no podemos evitar llevarle siempre algún regalo a Anita y a Gonzalo en el Cementerio de San Isidro, así que sabemos lo que siente la gente que cuida a Mabel.

Paloma Contreras