Ya hablamos del rito funerario tradicional de Nueva Orleans. Si ya la ciudad está impregnada de misterio, su cementerio no le va a la zaga. De los tres cementerios católicos que posee la ciudad, hoy pasearemos por el cementerio de Saint Louise.
Situado a las afueras de famoso Barrio Francés, la gran afluencia de turistas que visitan el barrio más visitado de la ciudad ha hecho que esta necrópolis se haya subido al carro de las visitas turísticas.
Asentado sobre terrenos pantanosos, el cementerio de Saint Louise sustituyó al antiguo cementerio neorleano abriendo sus puertas para acoger a las almas de la ciudad en 1789. Debido a su situación aquí es costumbre enterrar a los muertos por encima del nivel de la tierra, con ello se evitan que con las inundaciones tan habituales acaben los féretros y los cuerpos flotando a la deriva. Periódicamente esparcen conchas y arena para frenar los posibles deslizamientos.
Por ello las tumbas se van apilando en pisos elevados haciendo que sea una auténtica ciudad de muertos. Cuando el astro Sol ilumina con toda su fuerza, las tumbas se convertían en hornos incineradores tan reales, que una vez pasado un año se retiraban los restos para depositarlos en la fosa que dispone cada tumba, así el espacio se dejaba libre para el nuevo morador del cementerio.
Aquí moran toda clase de razas y de culturas; americanos y europeos, protestantes y católicos así como esclavos y criollos. Y como todo cementerio que se precie también tiene su personaje ilustre, venerado o famoso.
Sin duda la historia que más atrae a los visitantes que pasean por está necrópolis es la de Marie Laveau, considerada la reina del vudú de Nueva Orleans.
La tumba de Marie es sencilla; fallecida en 1881 no fue hasta 1970 cuando se empezó a tener en cuenta la última morada de la reina del vudú. Y la tuvieron en cuenta porque comenzaron a aparecer botellas con filtros mágicos, pequeños ramos de flores, monedas y el signo X (que se refieren a la vida y a la muerte). Hoy esta tumba se ha convertido en un altar en el cada lunes se celebra una ceremonia a la que acuden quienes practican el vudú, la magia blanca y otras clases de hechicerías. Los más fervientes seguidores de Marie acuden a pedirle fortaleza en sus poderes.
Otra de las tumbas más visitadas pero sin habitante dentro es la que adquirió hace algunos años el actor Nicolas Cage. El pulcro mausoleo adquirido con forma piramidal contrasta con las desvencijadas y antiguas tumbas del cementerio. De momento sigue vacía.
Hay que decir que algunas tumbas no pertenecen a familias, aquí es común que los integrantes de grupos o clubes de Nueva Orleans descansen juntos. Músicos, artistas, organizaciones de todo tipo tienen una. Si perteneces a algunas de estos grupos ellos se encargan de comprar la parcela y pagarte el entierro. Se identifican con claridad a lo largo de todo el cementerio.
Si tenéis oportunidad de visitar la ciudad una vez visitados los puntos turísticos más significativos podéis acudir a un funeral jazz y terminarlo visitando el cementerio.