Cementerio judío de Varsovia

Fue fundado en 1806, y es uno de los pocos cementerios judíos que quedan activos en Varsovia.

De él se conservan unas doscientas mil tumbas, todas ellas cargadas tanto de valor histórico como artístico.

La lápida más antigua conservada pertenece a Sarah, que falleció el 8 de Septiembre de 1087. Las anteriores a ella no se conservan, aunque sí los nombres de sus primeros moradores.

Durante muchos años el cementerio fue tratado como élite y utilizado por la comunidad judío más rica; los más pobres eran enviados al cementerio de Bródno.

Fue ampliado varias veces a lo largo de los años, e incluso reconstruido cuando las tropas rusas lo arrasaron en 1828. En 1877, por iniciativa de los miembros más ricos de la fraternidad del cementerio, se construyó una sinagoga en la que había dos salas de pre sepultura, la del lado izquierdo para los hombres y la otra para las mujeres.

En 1913 se dividió en cuatro partes, para calmar las discusiones entre los judíos ortodoxos y los progresistas.

Durante la II Guerra Mundial formó parte del guetto, pero fue excluido en 1941 debido a que se utilizaba para el contrabando de alimentos. Una vez fuera del guetto se utilizó para fusilamientos y entierros en masa. En 1943 los nazis explotaron todos los edificios del cementerio, y sólo sobrevivió una sinagoga.

Después de la guerra volvió a usarse, y en los años 90 fue completamente renovado y reconstruido.

En él hay enterrados varias personas ilustres de la ciudad, rabinos, famosos comerciantes, músicos y escritores; destacable es la del doctor Zamenhof, el creador del idioma esperanto.

También hay varios monumentos conmemorativos: el monumento de las víctimas del Guetto de Varsovia, el dedicado a los niños víctimas del Holocausto, situado en los restos de uno de los muros del guetto, además de a los oficiales judíos del ejército polaco y a los que murieron en la II Guerra Mundial.

 

 

¡¡Gracias a Randy Meeks por las fotos!!

Paloma Contreras