Blagaj es una pequeña población cercana a Mostar. Fundada en 1447, funcionaba como asentamiento agrícola y comercial a las afueras de la fortaleza de Stjepan grad. Durante la guerra, diferentes edificios principales y religiosos fueron destruidos por los bombardeos y aún no han sido restaurados o es imposible hacerlo.
El cementerio de Blagaj se encuentra a un lado de la carretera que lleva a Mostar (ciudad de la que se encuentra a muy poca distancia). Es un cementerio pequeño, con el muro bajo, en plena reconstrucción y sin cancela en la puerta. Invitaba a entrar, claro.
Al principio lo hice con cierto recelo pues recordaba que los cementerios fueron sembrados de minas en su momento, y pisé con cuidado mirando mucho al principio, pues el terreno además era completamente agreste y no invitaba a la confianza de primeras.
En su gran mayoría está compuesto por tumbas antiguas de piedra imitando a las Stećak, lápidas medievales monumentales que se encuentran dispersas por todo Bosnia y Herzegovina: fueron muy populares durante los siglos XIV y XV para las iglesias bosnia, católica y ortodoxa. Con la llegada de los otomanos en el siglo XVI, esta tradición se pierde como parte religiosa pero se mantiene como simbología de se pierde. La decoración de estas es diversa, basada en la tradición local y los diseños orientales. Sus epitafios están en árabe, turco y persa.
Dentro del cementerio también encontramos una pequeña mezquita abovedada que sigue la arquitectura de la zona, plantas de un solo espacio en cuyo interior se encuentra el altar.