Volvemos a Hungría, a la zona sur del país, donde pequeñas poblaciones se han ido creando su propio sitio en la historia, pasando de asentamientos de la Edad de Bronce a pequeñas aldeas invadidas por los mongoles, convirtiéndose en pedanías de poblaciones más grandes y que al final consiguen su propia identidad.
El primer cementerio de Zakanyszek estaba situado a los pies de la iglesia, que fue construida en 1924, en un momento en el que el pueblo tan solo constaba de 20 casas y un bar. Con la llegada del ferrocarril ese mismo año, toda esa zona del sur de Hungría cambió y las pequeñas aldeas se fueron convirtiendo en poblaciones con identidad propia. Aunque no es hasta 1952 que llega la electricidad al pueblo, el avance es lento.
En 1960 se inaugura el cementerio municipal para clausurar el de la iglesia, y todos los cuerpos son trasladados al nuevo emplazamiento, lo que provoca que actualmente la población bajo tierra cuadriplique la que vive sobre ella.