¿Qué son las macabrillas?

 

 

 

Como ya mencionamos en una ocasión, pasear por España es imbuirse de historia. Cuando vamos a una ciudad de turismo, nos enseñan o buscamos los monumentos más significativos: iglesias, castillos, fortalezas, (menos nosotras, que vamos primero a los cementerios).

Gracias a la impresionante historia que posee España y a otras culturas aquí asentadas a lo largo de su historia, hoy, podemos agradecer la gran herencia patrimonial que hemos recibido. Aunque a veces, vamos tan cuadriculados por la vida, que no nos percatamos de pequeños tesoros escondidos, en el lugar más insospechado, en el rincón menos esperado hay mucha historia que contar.

Hoy conoceremos las macabrillas, protagonistas de la historia de España y olvidadas en un rincón de nuestra cultura. Pero, ¿qué son las macabrillas?

Viajamos en el tiempo hasta el siglo XIII para situarnos en la ciudad de Granada, una ciudad ocupada por los musulmanes durante su etapa del Reino Nazarí. En aquellos momentos era una de las ciudades más pobladas de todo el viejo continente, una Granada nazarita habitada por musulmanes con sus creencias y sus costumbres funerarias.

Adelantados a la época, ya los musulmanes enterraban a sus difuntos a extramuros: solían ser recintos ubicados cerca de los caminos que guiaban a las principales puertas de acceso a la ciudad. En aquellos años de esplendor, la ciudad de Granada llegó a contar con siete cementerios, éstos recibían el nombre de maqbara, siendo el más importante de ellos el que está próximo a Puerta Elvira.

En el interior de estas “ciudades de los muertos” era muy común que las sepulturas estuvieran rodeadas por estelas de piedra, mármol o granito. Todo dependía del estatus del fallecido, en las inhumaciones más sencillas – ya sabemos que en la cultura árabe no hay cabida para la cremación- las estelas eran humildes bordillos que decoraban la tumba, no contaban con ornamentación alguna. No eran así las de las personas con mayor renombre en la comunidad: en su última morada era muy común que estas estelas funerarias tuvieran ricos grabados, inscripciones del Corán así como palabras relacionadas con su fe. También era habitual que se trabajara en ella la técnica de azo, representándose el nido de abeja o exquisitas letras cúficas con mensajes epigráficos.

Después de la Capitulaciones de Granada, los Reyes Católicos ordenaros mediante una Cédula Real clausurar los cementerios árabes para, después de pasar al ayuntamiento de la ciudad, utilizarlos como espacios de uso público.

Estas maqbaras granadinas que señalizaban las sepulturas quedaron desamparadas en la historia, y se aprovecharon en las construcciones de diferentes edificaciones que se realizaron por la ciudad. La palabra maqbara, comenzó a sonar por la ciudad, y como para los habitantes cristianos les sonaba algo parecido a “cabrilla”, unieron los dos términos (maqbara y qâbriya) para dar paso a macabrilla, nombre con el que se conoce desde entonces a estas estelas funerarias árabes.

En la actualidad, estas losas se pueden ver diseminadas por toda la ciudad de Granada, lo mismo da si la edificación es de índole civil o religioso, allí donde hiciera falta material de construcción utilizaban estas bellas macabrillas que a lo largo de los años han ido sufriendo un grave deterioro sin que nos demos cuenta de que pertenecen a la historia de España.

En la misma Alhambra y junto a la Puerta de la Justicia si nos fijamos bien podremos ver esos bellos trabajos en nido de abeja. Otro lugar donde se pueden visitar es en la Iglesia de San Cristóbal, o, los muros del Convento de las Carmelitas Descalzas.

Por eso si visitáis esta bella ciudad no dudéis de ir a verlas y al menos ponerlas en la parte de la historia de España que las corresponde.

 

Gracias a Diego Álvarez Peirú por cedernos las fotografías.

 

 

Clara Redondo