El Cementerio de Lukyanivsky está considerado una Reserva Histórica y Conmemorativa del estado. Este dato es importante ya que en Ucrania solo tres cementerios tienen esta consideración, y el de Baikove, siendo el más famoso y principal de la ciudad, por ejemplo, no tiene tal consideración. 227 de sus tumbas están consideradas monumentos de la historia y el arte de Ucrania, aparte de que una gran parte de las lápidas están esculpidas por conocidos artistas del país.
Este cementerio se encuentra cerca de la torre de televisión de Kiev y de Babiy Yar. Las primeras tumbas datan de 1871, aunque luego se comenzaron a hacer enterramientos en la zona del hospital de la ciudad. La decisión oficial de establecer un cementerio fue tomada en 1878, y en 1912 ya había más de treinta mil personas enterradas en él.
Una de las tumbas más famosas del cementerio es la de Peter Nesterov, un piloto militar y diseñador de aviones que pasó a la Historia por ser el primero en realizar el Dead Loop (Loop Nesterov) de tal manera que la ciudad sobre la que falleció durante la I Guerra Mundial, pasó de llamarse Zhovka a Nesterov desde 1951 hasta 1992, cuando recuperó su nombre original.
En este cementerio también se encuentra enterrado Mykola Strazhesko, el primer médico en descubrir que la trombosis es la base de la patología en el infarto de miocardio.
Los cementerios, al igual que las iglesias, durante el comunismo fueron desconsagrados, y en la actualidad siguen igual. Podríamos decir que es un cementerio civil por obligación. En 1910 se construyó una iglesia en el centro de este, que fue demolida en 1974. Actualmente se ha reconstruido a su imagen, aunque ya en 2011, y se ha consagrado a Santa Catalina. En este cementerio se encuentran personas de muchas nacionalidades y religiones, además de por ejemplo, todos los presos que fallecían en la prisión de Lukyanovskaya, así como los prisioneros ejecutados por el NKVD que fueron enterrados de manera clandestina allí, aunque después fueron rescatados sus cuerpos y enterrados oficialmente.
Una cosa que nos llamó la atención es que las cruces de las tumbas, en su gran mayoría, son dos tubos de acero cruzados, unidos bien por una tuerca o soldados entre sí. También lo hemos visto en otros cementerios del país, así que buscaré información al respecto a ver si significa algo. Tengo una teoría y es que al ser un país aconfesional en el que ha estado prohibida la religión durante muchos años (hoy en día las iglesias siguen desconsagradas y las misas se hacen en la calle), el poner una cruz de madera tenía más representación religiosa que el hacerlo con dos tubos de acero cuya función sería más marcar dónde está la tumba que la representación iconográfica en sí.
El día anterior a nuestra visita al cementerio había caído en Kiev la madre de todas las tormentas, provocando inundaciones y caída de árboles (e incluso algún edificio) por todos lados. Y en el cementerio también había dejado huella, claro. Árboles enormes caídos que lo habían hecho tanto en mitad de los caminos (dejando estos inaccesibles) como sobre las tumbas, partiendo muchas lápidas. Así que estuvimos un buen rato dando saltos por los troncos hasta que se levantó algo de viento, oímos una rama caer, y nos fuimos de allí rápido porque iba a ser una muerte muy épica, sí, pero no nos venía bien en ese momento. En las fotos puede parecer un cementerio caótico y mal cuidado, pero nada más lejos, es que la naturaleza el día anterior lo descolocó.