Sin duda, si hay una fecha importante para los madrileños como pueblo unido, es el 2 de Mayo.Aunque este levantamiento fue sofocado por Murat de una manera un tanto fácil, fue la chispa que el país entero necesitaba para rebelarse contra los franceses y echarle patata a la tortilla. Como dice una amiga mía mostoleña «si no fuera por nosotros, ahora desayunaríais cruasanes por obligación, no por elección».
Los tres personajes más importantes de este día sin duda son Manuela Malasaña, Daoíz y Velarde, personajes homenajeados por toda la ciudad con monumentos, calles e incluso barrios. El más impresionante de todos, casi desconocido además si no vas paseando por el Paseo del Prado, es el que está en la Plaza de la Lealtad, muy cerca del Museo del Prado.
Es un obelisco de 56 metros de altura, en el que la Constancia, el Valor, la Virtud y el Patriotismo están representados por alegóricas estatuas. En la parte delantera, un medallón con las caras de Daoiz y Velarde preside el sarcófago de piedra en el que se encuentran las cenizas de los madrileños que cayeron junto a ellos durante el levantamiento (muchos de ellos fusilados muy cerca de esa misma plaza).
Aunque para los madrileños siempre será el monumento a los Héroes del 2 de Mayo, en 1985 el rey Juan Carlos reinauguró el monumento añadiéndole una tumba al soldado desconocido (con su llama permanente incluida) y lo rebautizó como monumento a los Caídos por España.