Rito funerario irlandés

Debido al carácter festivo de la población irlandesa (todos conocemos las celebraciones del día de San Patricio) y su carácter alegre, hace que sus funerales, pese a la tristeza extrema que supone la pérdida de un ser querido, también tienen su parte de festejo y alegría.

El nombre original es “Irish Wakes”, y su nombre proviene de la tradición en la que la familia permanecen despiertos (awake) durante toda la noche alrededor del féretro para asegurarse de que el fallecido no se va a levantar. El cadáver es velado al menos durante una noche en la casa familiar, para que los amigos y vecinos puedan presentar sus condolencias.

Este tipo de funeral se sigue practicando aunque cada vez es menos común. Los Irish Wakes son una celebración de la vida, una última fiesta en honor del difunto.

Fue muy popular durante siglos hasta los años 50 del siglo pasado, en donde se prohibió el derecho de reunión, ya que se consideraba que una reunión de hombres podría conllevar el intentar rebelarse contra la corona británica, por lo que tuvieron que suspender este tipo de funerales. Desconocemos si desde la desaparición del I.R.A. esta ley sigue estando vigente.

LA PREPARACIÓN

Nada más fallecer la persona, se abre una ventana de la habitación en la que está para que el alma salga por ella, y se vuelve a cerrar pasadas dos horas para impedir que el espíritu vuelva al cuerpo. No se puede pasar ni quedarse de pie entre el difunto y la ventana abierta, ya que trae mala suerte el interponerse e impedir que el alma salga de la habitación. Un grupo de mujeres preparan el cuerpo, lo lavan, afeitan en el caso de que el fallecido sea un hombre,   y lo visten con su mejor traje o con ropa blanca.

Después colocan el cadáver sobre una mesa, que suele estar en el salón de la casa o en la cocina, en la habitación que sea más grande para soportar el número de visitas con más comodidad.

Un grupo de hombres o mujeres están todo el tiempo alrededor de la mesa para prevenir que los malos espíritus se acerquen al cuerpo y se lleven el alma del difunto.

Alrededor de la cabeza del difunto se colocan velas, y en los pies unas botas para que el camino atravesando el purgatorio le sea más llevadero.

Además, se le atan los dedos pulgares de los pies para que no pueda volver como un fantasma.

“Keening” es la palabra irlandesa que define el estado de tristeza y lamentos por la pérdida de un ser querido, lo que nosotros llamaríamos duelo. No se puede empezar a “sentir pena” (keening) antes de que el cuerpo esté preparado y sobre la mesa, ya que si no se atraerá a los malos espíritus.

Todos los relojes de la casa se paran, y se cubren los espejos como señal de respeto hacia el fallecido.

Durante la noche, una pareja de hombres permanecen constantemente junto al difunto para no dejarlo solo nunca hasta el entierro. Estos hombres suelen ser hijos o familia directa, aunque los vecinos y amigos suelen ofrecerse voluntarios también.

COMIDA, BEBIDA Y DIVERSIÓN

Pero lo que hace especial los funerales irlandeses es sin duda su manera de velar el cuerpo: el alcohol, la comida y el tabaco no pueden faltar para celebrar la vida del difunto.

El Poteen, uno de los whiskies caseros más potentes del mundo (90-95% de alcohol) , estuvo prohibido en Irlanda durante 336 años, de 1661 a 1997, pero era la bebida que no podía faltar en los funerales irlandeses. Poteen es una palabra derivada del gaélico que significa “agua de vida” . Son por ello también famosas las discusiones y broncas que se solían formar en estos funerales en cuanto el alcohol hacía efecto.

Juegos, música y baile también acompañaban a ayudar en la sensación de celebración de la vida de la persona fallecida; los juegos se solían realizar durante la noche para que el tiempo pasara más deprisa, y estos incluían timbas de cartas o de dados. También el escondite y el pilla pilla. Si jugaban a las cartas, también se le repartía la mano al muerto.

Gracias al alcohol también se hacían juegos de fuerza, entre los que se incluía el levantamiento de cuerpo… literal.

Las bromas también son permitidas, y entre las más populares se encontraban el atar juntos los cordones de los zapatos para que al empezar a andar se caiga, coser las chaquetas de los hombres a las sillas o esconderse detrás del muerto y moverlo para asustar a los otros.

Además fuman en pipa durante el velatorio. Con cada calada, se debe de ofrecer un poco de sabiduría al resto: nuestros “No somos nadie”, “A todos nos llega nuestra hora” etc…

EL ENTIERRO

El cuerpo es introducido en el féretro la mañana del entierro, y es llevado a hombros por los porteadores hasta la iglesia o la casa de funerales. Después el cuerpo es trasladado en el coche fúnebre hasta el cementerio o el crematorio y el séquito puede ir en coche o a pie detrás si el tráfico lo permite. Durante el entierro una gaita toca música tradicional celta como Danny Boy o The Dark Isle.

Después del cementerio, los congregados van al pub dónde pasar recordando al difunto y bebiendo en su honor.

Aunque gran parte de esta tradición irlandesa se ha ido perdiendo con el paso del tiempo y las prohibiciones, ese espíritu de celebración sigue presente en sus funerales.

Este video fue famoso hace unos meses: el mejor amigo del fallecido inicia un precioso homenaje al que todos conocían como “Mr Brightside” por su buen carácter. No dejéis de verlo.

 

 

https://www.youtube.com/watch?time_continue=273&v=digsMgWmrL8

Paloma Contreras