Panteón de la duquesa de Sevillano

Encargo de doña María Diega Desmaissières y Sevillano, condesa de la Vega del pozo y duquesa de Sevillano, para rendir tributo a su padre y familiares fallecidos años antes y para que recibieran enterramiento en el mismo.

Proyecto edificado por el arquitecto burgalés Ricardo Velázquez Bosco, con renombre en su momento por las obras que llevó a cabo en la restauración de la mezquita de Córdoba y por alguna obra más con renombre como el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid.

La cúpula que remata este maravilloso panteón esta realizado en tejas de reflejos metálicos en forma de escamas, este delicado trabajo es obra del ceramista Daniel Zuloaga. La señora condesa falleció sin descendencia directa y el panteón paso a cargo de la congregación de las Hermanas Adoratrices fundada por una de las tías de la familia.

Cuenta con un estilo ecléctico, utilizado de manera bastante habitual a finales del siglo XIX, amalgama de varios de ellos, como el neorrománico-lombardo de sus fachadas, el mudéjar de sus capiteles internos o los mosaicos bizantinos de su interior.

En su interior, la planta de cruz griega, está dividida en dos plantas, la principal dedicada al culto religioso y donde destaca la pintura sobre madre de un Cristo crucificado, la zona secundaria está reservada para los enterramientos, el monumento funerario central, compuesto por dos cuerpos  se halla enterrada la duquesa y es obra del escultor madrileño Ángel García Díaz, alrededor de este núcleo y en nichos se encuentran sus parientes más cercanos.

Desde luego estamos hablando de un monumento funerario de extraordinarias magnitudes, que a pesar de los años ha quedado en la historia para seguir hablando a través de sus paredes.

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