2 de enero
El 2 de enero de 1614 fallecía, a los 46 años, Luisa Carvajal y Mendoza. Fue una de las poetisas místicas más importantes de España
Nace en Jaraicejo (Cáceres) y se queda huérfana de padres a los 6 años, por lo que es enviada a Madrid a criarse con su tia abuela materna. Fallece también y se va a Soria con un tío suyo y su familia.
Allí es educada como una mujer noble: aprende latín, lee a los clásicos, cristianismo y práctica de la caridad. Cuando cumple los 13 años se va a vivir sola con su tío a Pamplona, y sin vigilancia, la somete a «sádicas penitencias».
Afortunadamente muere en 1592 y ella hereda toda su fortuna, donándosela a los jesuitas. A los 26 años deja su vida noble, se viste de monja sin serlo y se somete a todos los votos de pobreza, castidad, obediencia… Su casa se convierte en su convento.
Empieza a martirizarse, y es en esta época donde realiza su mayor producción literaria. Se somete a sacrificios tan extremos que peligra su salud, por lo que baja un poco el ritmo con lo de mortificarse. Aun así en 1604 escribe su testamento, dispuesta a martirizarse.
Se va a vivir a Londres sin dinero con ganas de morir por la causa pero el embajador de España la tuvo bajo su protección Allí aprendió inglés hablando con curas y presos, ya que hacía misión evangelizadora de manera clandestina. Fue encarcelada por ello al final.
Cuando salió de la cárcel se dedicó a recoger a los cristianos ejecutados por descuartizamiento y a guardarlos en cajas de plomo como reliquias. La encarcelaron por segunda vez, y el rey Felipe III exigió que volviera a España.
Pero Luisa salió enferma de la cárcel y fallece antes de llegar a España. Sus restos son traídos al año siguiente y descansa en el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid.