De aquí a la eternidad de Caitlin Doughty
Hacía tiempo que no me bebía un libro en 24 horas, y que además ya había leído en inglés.
Pongámonos en antecedentes: la autora, Caitlin Doughty es una referente mundial en el mundo mortuorio, aunque vosotros no lo sepáis. Lleva toda su vida en el sector funerario trabajando para otros hasta que decidió abrir su propia funeraria en Los Ángeles. Se hizo un canal en Youtube para explicar su trabajo de una manera amena y entretenida, quitando todos los tabúes y eufemismos que rodean a la muerte y haciéndose conocida a nivel mundial. Conocida a nivel mundial para los que nos apasiona el tema, quiero decir.
En 2017 me leí la versión en inglés, y no ha sido hasta ahora cuando lo he hecho en español. Y la he disfrutado a muerte, como no podía ser de otra manera.
En estos cinco años que han pasado entre lectura y relectura he ido aprendiendo muchas cosas del mundo mortuorio que en su momento no sabía, y ahora, al encontrármelas en el libro y saber de sobra de qué estaba hablando me ha hecho bastante ilusión recordar temas que también he ido tratando en el blog de esta web.
Y es que De aquí a la eternidad, “una vuelta al mundo en busca de la buena muerte” es precisamente eso, un ensayo acerca de los diferentes rituales funerarios que hay por el mundo y que le han llamado la atención, visto desde sus ojos agnósticos, nada místicos y muy profesionales. Y con un gran toque de humor.
Como apasionada de los ritos funerarios del mundo, yo, incluso, he sentido envidia al leer el libro y disfrutar a través de sus ojos de las experiencias vividas: yo también quiero ir a ver el ritual de las momias Toraja, o las ñatitas bolivianas, y por supuesto, viajar a México y vivir el Día de Difuntos.
Me gusta mucho la filosofía que tiene Caitlin frente a la muerte y los enterramientos. En un capítulo del libro viene a España y alucina con un tanatorio de Barcelona (como cualquier otro de España) porque le llama la atención que todo lo hagamos a través de cristales, que en ningún momento haya contacto con el difunto más que visual. Es divertido pararte a pensar cómo lo que para unos es la manera normal de tratar a la muerte, para otros resulte verdaderamente extraño.
Pese a que es un ensayo sobre la muerte, que así de primeras puede sonar espesísimo y aburrido, es ameno, divertido y con sus toquecitos de humor negro ya que no hay mejor sitio que un libro sobre esta temática para dejarlo salir.