Cementerio de El Tanque: Santa Isabel

El cementerio de Santa Isabel en El Tanque se encuentra en lo alto de un cerro, lo que hace que su planta se adapte a lo escarpado de su situación. Fue inaugurado en 1936  y está consagrado a Santa Isabel de Hungría, aunque es municipal. Está delimitado por un muro de piedra y yeso, pintado de color teja. En la puerta se puede leer un placa con la siguiente leyenda:

«Templo de la verdad es el que mira, no desoigáis la voz del que advierte que todo es ilusión, menos la muerte» 

Una vez dentro, una larga escalera divide en cinco plantas el cementerio, sin ningún tipo de acceso para personas de movilidad reducida. Al final de la escalera se encuentra la ermita, así que la vista desde el pie de la escalera es muy bonita.

Cada una de las plantas del cementerio está compuesta por cuarteles de nichos pegados a la pared con pequeños parterres de vegetación autóctona y flores (rosales de distintos colores, palmeras y plantas de hoja) todos estos rematados en su parte alta por una cruz blanca, lo que le hace que tenga una bonita silueta hacia el horizonte. No hay sepulturas a tierra por falta de espacio en los pequeños patios, ya que está todo aprovechado al milímetro salvando las irregularidades del terreno. Es bonito pasear observando los nichos y las inscripciones que hay en ellos, algunas muy originales.

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Cementerio de El Tanque: Santa Isabel