Cementerio de San Blas

El cementerio de esta localidad se ubica en el extrarradio de su población como corresponde a la ordenación que realizó Carlos III, podremos acceder a través de la carretera A-1513, nos desviaremos por un camino de tierra custodiado por los siempre presentes cipreses y al final hallaremos el recinto.

El cementerio de San Blas se asienta sobre un terreno irregular, siendo su solar rectangular, de tamaño amplio el muro que rodea todo el recinto es sencillo, corrido y encalado, se encuentra coronado por tejas en caída a dos aguas.

La entrada principal de la que dispone el cementerio es de relativa reciente construcción, así pues veremos dos pequeñas entradas rematadas en arco de media punta y entre ellas se erige orgullosa una cruz que junto con el titular de la fachada nos indica que estamos ante el camposanto de la localidad.

Anexos a esta entrada se disponen dos edificaciones a ambos lados, por los que pasaremos para introducirnos en el interior del cementerio. Una vez dentro el pasillo central divide junto con otro pasillo el recinto en cuatro segmentos, causa extrañeza el no ver ninguna agrupación de árboles  donde poder cobijarse los días de más calor.

Sobre estos cuarteles se disponen las sepulturas realizadas en tierra, cada una de ellas marca con clara diferencia la época en que fue realizada, viendo en las más antiguas cerramientos realizados con forja como era habitual en el último tercio del siglo XX. Las más actuales ya cuentan con materiales como el granito, lo que nunca faltan en la sepulturas sea de la época que sea son las siempre presentes flores, costumbre arraigada a la hora de honrar a nuestros difuntos.

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