El cementerio parroquial de Boadilla del Monte se encuentra, como muchos cementerios parroquiales, dentro de la población, ya que en un principio estos quedaban fuera pero el paso del tiempo y el crecimiento de la población han hecho que estos cementerios formen parte de la vida urbana de algunas poblaciones. 

El cementerio parroquial de Boadilla del Monte tiene una entrada muy bien cuidada, donde unos centenarios cipreses nos dan la bienvenida al camposanto; este pertenece a la ermita de San Sebastián, construida en el siglo XVII, aunque sus enterramientos no empiezan hasta el XIX. 

En su interior nos encontramos un cementerio reformado con lápidas más actuales, granito y mármol pulido de finales de los 70 y las más antiguas, clásicas de piedra monocromo y con las letras en relieve que se estilaron a partir de los años 30. Dispone también de zona de nichos que recorren el muro de hasta 4 alturas.