Aunque no existen datos concretos de la creación del cementerio, sabemos que en la década de los años 80 se encontraba completamente abandonado y que fue reestructurado por completo en 2015, perdiendo así cualquier vestigio de tumbas antiguas que hubiese en él. Por la situación, lo suficiente alejado de la población, calculamos que es de principios del siglo XX. 

El cementerio está rodeado por un muro de piedra artificial, con dos puertas de acceso; la original, de verja que nos permite ver el interior y otra más ancha perteneciente a la ampliación por la que entran los féretros. 

La primera puerta pertenece al cementerio original, del que tan solo distinguimos dos tumbas más antiguas nada más entrar; el resto del cementerio ha sido reformado por completo, solando el suelo, mejorado el acceso a través de escaleras entre las diferentes terrazas que lo conforman y colocando todas las sepulturas en orden, sepulturas modernas de granito pulido convirtiendo el cementerio en un lugar ordenado y funcional, pero perdiendo a la vez cualquier vestigio romántico o de arte funerario específico de la zona que hubiese en el cementerio.