Cementerio de La Matanza de Acentejo

El cementerio de La Matanza de Acentejo se encuentra en la parte alta del pueblo. De planta rectangular gracias a las ampliaciones, el cementerio en su principio fue parroquial ya que los terrenos en los que se ubica fueron donados a la iglesia por Doña Carmen Hernández-Perero, y fue construido con las limosnas de los fieles e inaugurado el 6 de agosto de 1922.

De bastante amplitud, este cementerio está preparado para la accesibilidad en silla de ruedas, pese a estar completamente en cuesta. Hay un paseo central que acaba en una pequeña ermita, a partir de la cual se han ido haciendo las nuevas ampliaciones, detrás de esta, incluido un pequeño edificio en forma de cubo donde se guardan los columbarios.

A lo largo de este pasillo central, en sus laterales, se pueden observar algunas tumbas a suelo, principalmente delimitadas por cruces clavadas en la tierra, y alguna sepultura de mármol blanco, aunque escasas. En los muros, escalonados, hay nueve cuarteles de nichos, de cinco alturas cada bloque.

Una vez arriba, detrás de la ermita, podemos encontrar otros bloques de nichos. En el lateral del cuartel podemos encontrar unos lavaderos de piedra con cuatro grifos y sobre estos unos bonitos murales decorando la pared, que representan paisajes de la zona. Casi todo el lado izquierdo forma parte de la ampliación, por lo que se encuentra vacío.

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