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El cementerio de Talamanca de Jarama se encuentra a las afueras del pueblo, en el camino a Torrelaguna. De planta irregular, fue inaugurado en 1908 (fecha de la que data la primera sepultura) y ha sufrido dos ampliaciones, en 1975 y en el s.XXI, perdiendo así su forma original. 

Rodeado de un muro de piedra encalado y con puerta de verja visble, el cementerio de Talamanca de Jarama está dividido en dos cuadrantes, delimitados por un paseo de cipreses, y a mitad del camino, encontramos la cruz de guía de este cementerio, hecho en piedra. 

Las diferentes reformas del cementerio han ido desplazando las tumbas originales, hechas de mármol blanco o piedra, por las típicas de granito pulido; pese a este se conservan algunos ejemplos de arte funerario de principios del siglo XX bastante destacables. Llama también la atención el único panteón del cementerio, bastante sencillo en estructura pero con una puerta de hierro labrada muy bonita. 

El suelo está solado y la vegetación se reduce a los cipreses que acompañan a los difuntos. Tiene una zona nueva de ampliación casi sin explotar por lo que este cementerio no necesitará una ampliación futura.