Cementerio de Manzanares

Rodeado por campos de cultivo y siguiendo un sendero flanqueado por cipreses encontraremos el cementerio de Manzanares que ya ha cumplido su primer siglo de vida, inaugurado en 1912 el recinto ha sufrido recientemente una profunda ampliación así como un remozado en el interior  adecuando los paseos y realizando la construcción de nuevas agrupaciones de nichos.

De solar irregular se va adaptando al terreno, su perímetro se encuentra cercado por un muro sencillo y encalado, en su lateral se sitúa  la entrada principal  una sencilla cancela de dos hojas que se acoge bajo un arco de media punta, anexa a ella dos edificaciones con techo a dos aguas alberga las oficinas y otras dependencias.

Del camino que nace de su entrada veremos cómo este el cementerio de Manzanares se va distribuyendo en cuarteles o patios, para diferenciarlos a ambos lados hileras de cipreses van separando el terreno, dentro de estos segmentos veremos ubicadas las inhumaciones en tierra, las más vetustas de ellas cuentan con elementos de ornamentación realizados en forja, pequeñas cruces y peanas de las que emerge una cruz realizada en piedra, éstos elementos eran muy comunes en el último tercio del siglo XX.

Las más actuales se ubican de manera ordenada dejando bastante espacio entre ellas para facilitar el paso a los visitantes, estas sepulturas ya cuentan con elementos de ornamentación como el granito  más duradero en el tiempo, la gran mayoría de ellas tienen esculturas de ángeles o grandes cruces también es muy habitual ver encima de las lápidas pequeños libros realizados en el mismo material donde se inscriben frases de despedida o pasajes de la biblia.

Hay que decir que este cementerio dispone de un registro con las fechas de los fallecimientos, datos del difunto así como se encuentra dentro del recinto.

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