Cementerio de Hellín

Información

Dirección: Carretera de Pozohondo. 

Horario: 

Invierno

De lunes a viernes: de 9:30 a 12:30   y de 15:00 a 18:00 horas.

Sábados y domingos: de 10:00 a 12:00 y de 16:00 a 18:00 horas.

Verano

De lunes a viernes: de 9:30 a 12:30 y de 16:00 a 19:00 horas.

Sábados y domingos: de 10:00 a 12:00 y de 17:00 a 19:00 horas.

Tfno (cementerio): 967 58.81.89.

Coordenadas Google Maps: 38.523276, -1.709699

Cementerio de Hellín 

Cómo es sabido,  ya en el siglo XIX, por cuestiones de salubridad instaron a las localidades a ubicar sus cementerios a extramuros de la población.

El primer cementerio de Hellín fue construido a principios de ese siglo,  pero pronto se quedó pequeño con lo que las autoridades competentes se vieron en la necesidad de buscar otra ubicación.

Pero los elevados costes del proyecto ideado por Justo Millán Espinosa,  hizo que el tiempo fuera transcurriendo sin que se llevara a cabo la construcción del nuevo camposanto. Finalmente asignan una nueva ubicación y el arquitecto provincial Joaquín María Fernández y Menéndez Valdés realiza un proyecto más acorde a las necesidades de la población.

Justo Millán no debió quedar contento pues en 1907,  vuelve a rematar el proyecto, su ansiada portada vería la luz, y teniendo en cuenta que su hijo era el entonces alcalde esa es la fecha en la que se considera bendecido el nuevo cementerio.

Sus dimensiones son amplias, no podría ser de otra manera para poder albergar a sus moradores. La fachada principal es la que en su día proyectó Justo Millán, en tonos alberos y blanco se erige majestuosa. A ambos lados se sitúan los soportales con arcos de medio punto de color inmaculado. En el centro y con forma cuadrangular se encuentra el gran portón de entrada al cementerio de Hellín, ricamente ornamentado, pináculos, cruces y celosías dan la bienvenida al visitante.

Pasando este tramo vemos a que a su derecha se ubica la capilla del recinto, aquí es donde los familiares dan ese último adiós tan duro a su ser querido. A la izquierda, la conserjería, donde amablemente nos pueden ayudar ante cualquier duda.

Un gran camino se abre ante nosotros, ya desde aquí vemos como los monumentos funerarios reflejan el status de la sociedad. El interés de las familias más pudientes por disponer de la mejor situación en el cementerio y seguir las modas artísticas de la época hace que hoy en día podamos disfrutar de verdaderas joyas.

Las capillas-panteón  y los mausoleos observados datan de finales del siglo XIX y principios del XX. Algunos más modestos, otros enseñan ricos sarcófagos labrados en piedra, se mezclan infinitos símbolos funerarios que hace al visitante pasear por un pedazo de historia de la localidad.

El cementerio de Hellín se encuentra dividido en múltiples cuarteles más pequeños. No todas poseen la opulencia de los panteones antes mencionados, pero todos aquí son poseedores de una historia, la suya, y esto hace que ver las sencillas cruces de forja emergiendo del suelo nos haga pensar que efímera es la vida.

Las agrupaciones de nichos también tienen protagonismo en el cementerio, pequeñas losas de distintos colores según la piedra se van alineando de manera ordenada. Sobre ellas, símbolos religiosos y pequeños arreglos florares. Como curiosidad,  diremos que en algunas de ellas se han dispuesto pequeños toldos que protegen las lápidas del abrasador sol de verano.

Un imponente cementerio, merece la pena visitarlo para conocer un poco más Hellín o simplemente disfrutar de un momento de paz y recogimiento.

Localización

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Cementerio de Hellín 

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