El cementerio de Fresnedillas de la Oliva se encuentra en la carretera hacia Navalagamella, a las afueras del pueblo, como las ordenanzas de los cementerios ordenan. Está delimitado por un muro de unos dos metros de altura de mampostería moderna. La puerta es de verja ciega, impidiendo ver el interior cuando está cerrado. 

De suelo agreste y con bastante vegetación centenaria (en especial los cipreses) este cementerio de Fresnedillas de la Oliva ha sufrido una remodelación en los últimos años del siglo XX, aunque aún se conservan, afortunadamente, alguna de las lápidas más antiguas que nos cuentan la historia del lugar, no sólo en granito pulido actual está haciendo mella en él. Al haber sido reformado, cualquier vestigio de arte funerario de finales del XIX ha desaparecido, aunque sí encontramos algunos trabajos de herrerías propio de las tumbas de principios del siglo XX. 

Además de tumbas a tierra, que lo son en su gran mayoría, también dispone de zona de nichos y columbarios.