Cementerio de Alcampell

De forma rectangular, su contorno está marcado por una tapia realizada en algunos tramos en mampostería, algunos de sus paños demuestran las reformas acometidas a lo largo de estos años. En la puerta de acceso realizada en forja sencilla rematada en punta de lanza figura el año de inauguración. Cuenta con una dependencia para el mantenimiento del camposanto.

Dentro del recinto y bordeando todo su perímetro se encuentran anexos a sus paredes se encuentran  grupos de nichos cuyas cavidades cuentan con lápida y epígrafe, algunas de ellas tienen una pequeñas mampara de cristal para conservar la ornamentación del interior. El cementerio se halla dividido en seis patios por hileras de árboles en cuyo interior se disponen las sepulturas distribuidas, algunas de ellas realizadas directamente en tierra y sobre ella una lápida con bajorrelieve determina su espacio, como elemento decorativo una pequeña cruz elaborada en piedra, otras sepulturas cuenta con ornamentación en forja y las más actuales se visten con esculturas, símbolos religiosos, embellecidas todas ellas con macetas de flores, ramos etc.

La fosa común de Alcampell se localiza en el interior de su cementerio no es estrictamente una fosa de la época de la guerra civil sino el lugar en el que recibieron sepultura definitiva los restos que se pudieron encontrar de los 25 vecinos del pueblo -todos ellos varones- asesinados por los sublevados tras su entrada en el pueblo en la primavera de 1938.

Dentro de su población encontraremos la Iglesia de Santa Margarita que constituye uno de los escasos ejemplos de iglesia edificada con estilo mudéjar, su construcción posiblemente se efectúo a finales del siglo XVI y donde se situaba el cementerio antiguo de la villa. Su abandono comenzó en el año 1888 año en el que inauguró el nuevo camposanto.

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