Cementerio de Churriana de la Vega

Los “nuevos estilos” que se han ido adaptando al cementerio de Churriana podemos apreciarlo si observamos los panteones familiares que en él existen. El primero que se realizo data de 1900 y está realizado en ladrillo blanqueado con tejado a dos aguas de tejas de barro, el modelo que se utiliza para el enterramiento es lo que hoy conocemos como nichos.

Estas características de “panteón-casa” será la más usada en el resto de panteones con unas pequeñas diferencias, como el uso de materiales más contemporáneos o la forma del tejado. Existe un panteón que marca la diferencia con el resto de los demás, es único porque está realizado hacia el interior de la tierra y sin elevación ninguna.Pero estos modelos de inhumaciones quedaron vetustos en los años 70-80  y el cementerio tuvo que ponerse al día construyendo pandas de nichos ya que comenzaba a ser el sistema de enterramiento que más demandaban. De nuevo movidos por las actualizaciones de costumbres, el cementerio tiene un nuevo modelo para el descanso eterno, unas pequeñas dependencias donde se depositan las cenizas de nuestros seres queridos.

Actualmente se están llevando a cabo una serie de cambios decorativos y de mejoras para adecuarla a todos los visitantes que decidan visitar, veremos la fusión de tradición y modernidad, donde esculturas realizadas en serie reposan sobre peanas de rocas colocadas junto a un muro de arcos espejados. Las zonas verdes también tiene cabida en este cementerio donde viven en perfecta armonía las antiguas tradiciones respecto a la ornamentación floral, por un lado tenemos al ciprés símbolo de melancolía y muerte que tan enraizado están en nuestra cultura que comparten terreno en las modernas jardineras con plantas más exóticas como el Bambú o las palmeras, así como las silvestres margaritas o las rosas conviviendo con plantas como el boje, creando un entorno agradable que nos invita a pasear por el recinto , meditar o simplemente meditar. La llanura del extenso jardín está cubierta de una capa de esponjosa y fresca hierba, donde incluso podemos tomar asiento cuando así lo deseemos. Aunque la visita al cementerio es algo que no agrada a la gran mayoría de los mortales, desde el Ayuntamiento de la población se han propuesto que esta visita sea mucho más agradable y para que esa visión fría y sombría cambie ofreciendo un paseo por el jardín del paraíso, un jardín en el que la vida y la muerta van de la mano, como nos lo recuerda una oración inscrita en una lápida de 1901, que nadie está libre de morir.

“Detente oh moral y advierte ante este sepulcro inerte cuanto yerra aquel que olvida, que la verdadera vida no comienza hasta la muerte”.

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Cementerio de Churriana de la Vega