Cementerio de Arenys de Mar

Aunque se comenzó a construir en 1816 y las obras de su construcción se terminaron diez años después. En un principio era un pequeño cementerio con trescientos cincuenta nichos y algunas sepulturas por lo que en 1865 se le hizo una primera ampliación, que se le encargo al director de obras Domingo Casacuberta, y en el 2003 tuvo lugar la última ampliación añadiéndole el tanatorio.
Aunque el proyecto está subscrito por el arquitecto Elies Rogent. Después se han seguido haciendo ampliaciones según necesidades demográficas.
Anexas a la fachada principal se hallan las dependencias de servicios como, la casa del guarda y la antigua sala de autopsias. En estos momentos este espacio ha sido restaurado y se encuentra el Centro de Información para el visitante. La riqueza de ornamentación y la decoración escultural modernista de algunos sepulcros y panteones son de una gran belleza, acrecentada por el contraste del blanco de muros y mármoles con los diferentes matices de verdes que aporta la vegetación que dan una vista armoniosa. Algunas esculturas son obra de los modernistas Josep Llimona y Venanci Vallmitjana.
La distribución del cementerio es práctica, en los laterales del este y el oeste, pegados a la valla perimetral encontramos los módulos de nichos. Finalmente, habría que señalar el conocido como cementerio de los disidentes. Situado a la izquierda del católico, que ocupaba gran parte del primer cementerio viejo y en este lugar se enterraban, agnósticos, ateos, suicidas, hasta mediados del pasado siglo. Como otros recintos de la época, era un lugar descuidado y desprovisto de atención, con tumbas en el suelo y sin nombre. De entre estas destacaba la de Juan Bautista Cassà, un librepensador cuya sepultura sería trasladada en 1988 a la zona de panteones del campo santo.

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