El cementerio de Loeches fue inaugurado en 1850 y desde entonces ha tenido varias ampliaciones y remodelaciones, que podemos ver inscritas sobre sus puertas de entrada. 

Si accedemos al cementerio por la de 1901 nos encontramos la disposición del cementerio original, con un camino central y sepulturas a los lados, destacando dos majestuosos panteones, en especial el de la Familia de Luis Sanz, una obra de arte inspirada en el secesionismo vienés (de moda entre las altas esferas para los cementerios en el momento de su construcción) que conserva unas vidrieras y un trabajo de forja y tejería en la puerta excepcionales y particulares. En esa zona se conservan las sepulturas más antiguas del cementerio. 

Si entramos por la puerta de 1968, a la izquierda encontramos el resultado de esa ampliación, con sepulturas más acordes a las modas de los años 50 del siglo pasado. A la derecha quedará la nueva ampliación, donde las sepulturas son todas iguales y guardan la misma orientación. 

Al ser un cementerio municipal encontramos además de las típicas sepulturas con simbología cristiana, un par de ellas con simbología ortodoxa rumana, menos antiguas pero llamativas.