El cementerio de Montejo de la Sierra se halla en la carretera, alejado de la población. De planta rectangular, ha ido realizando diferentes ampliaciones y reformas desde su inauguración a principios del siglo XX. Perimetrado por un muro de 2 metros de altura, enfoscado con piedra serrana, accedemos a él por la entrada original, aunque dispone de otra pasa el paso de féretros, ya que la original es bastante estrecha. 

Accediendo por esta puerta principal nos encontramos un cementerio construido sobre terrazas. A este primer nivel se accede a través de unos escalones y un camino de baldosas. El suelo del resto del cementerio es agreste, sin ningún cuidado. En su interior no hay ningún árbol, pese a que está rodeado de robles. 

Desde la construcción del cementerio las sepulturas no siguieron un orden, por lo que el espacio del cementerio está bastante desaprovechado. En la zona de la derecha se conservan sepulturas muy pegadas al muro, por lo que en su momento esa parte fue la destinada al cementerio civil (si no se construía una zona específica para las personas no católicas sus sepulturas se pegaban a los muros del cementerio para no mezclarse con la tierra consagrada) aunque las sepulturas se han cambiado y no queda recuerdo de cómo fueron en su origen. 

Entre las tumbas de granito pulido y mármol encontramos algunas cruces antiguas. También hay una sepultura que guarda al frente la antigua lápida que lo cubría, perteneciente a la tumba de una niña fallecida en agosto de 1923. También es destacable una original tumba de 2013 hecha en piedra de la sierra y con las letras en relieve. 

Cementerio municipal de Montejo de la Sierra

En 1977 se construyó el depósito de cadáveres, el único edificio en el interior del cementerio, y en su parte trasera hoy en día encontramos un enorme agujero que probablemente haya sido un desplazamiento de tierras. La última ampliación fue en 2021. 

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