Cementerio de El Tanque: San José

El cementerio de San José en El Tanque se encuentra casi a pie de carretera, y se accede a él por una pequeña calle empinada. El dificultoso acceso a este cementerio merece la pena, ya que sus vistas, al borde del acantilado, son excepcionales. Su puerta llama la atención por su colorido, blanca con remates de color granate, dándole un aspecto de la época colonial. En su interior está dividido en tres patios, según se ha ido necesitando su ampliación.

El primer patio está dividido en dos por una calle central desde la que vemos el arco que pasa al siguiente patio. En este primer patio destacan los nichos que delimitan todo el recinto, de cuatro alturas y un segundo piso con tres, que recuerdan a las casas de vecinos antiguas. En el centro encontramos dos parterres con vegetación y una bonita fuente de piedra.

Atravesamos el arco, formado por nichos, y llegamos a un segundo patio: a la izquierda encontramos una pared de nichos en dos pisos, el primero con filas de tres nichos de altura y la segunda, de seis. A la derecha encontramos la capilla y justo a su lado la única sepultura a tierra, un pequeño panteón de mármol blanco dedicado a una de las benefactoras del pueblo que, además, dejó pagadas sepulturas para niños pequeños de familias sin recursos, que están unidas a su panteón lo convierte en un bonito rincón del cementerio.

El tercer patio, construido a un nivel más bajo, nos ofrece unas maravillosas vistas hacia el mar. En este patio todos los nichos están colocados a la izquierda, en diferentes alturas para salvar el terreno escarpado, y todos miran hacia el mar, lo que hace que este cementerio invoque la paz y la tranquilidad por su situación.

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