Cementerio de Rozalén del Monte

Rodeado por campos dedicados al cultivo y algo alejado del núcleo urbano encontramos el cementerio de Rozalén del Monte. Su perímetro rectangular se encuentra rodeado por un muro sencillo, corrido y encalado, de cada esquina emerge una cruz realizada en piedra que nos hace saber ante que recinto nos encontramos.

En su fachada principal se ubica la entrada, una puerta realizada en forja con celosía y en cuya parte superior se puede leer una inscripción en el que reza el nombre del cementerio.

Una vez dentro vemos que las agrupaciones de árboles con porte tienen algo de protagonisto en el recinto, si bien es cierto que no son numerosos al menos aportan frescor los días de verano.

Este camposanto no cuenta con agrupaciones de nichos, siendo  los enterramientos en su mayoría sepulturas realizadas en tierra, aquí veremos una amalgama de costumbres funeraria a la hora de embellecer la última morada de los seres queridos. Las más vetustas suelen ser sencillos enterramientos directos en tierra de la cual emerge una cartela realizada en forja, elemento muy común hacia el último tercio del siglo XX.

 También podremos ver algunas sepulturas vestidas de mármol blanco impoluto que le aporta serenidad y gran belleza así como otras realizadas en piedra que con el paso del tiempo van adquiriendo personalidad. El resto de los enterramientos, estos más actuales, ya cuentan con elementos de ornamentación como el granito y alegorías.

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