Cementerio de Verdú

En un extremo de la población y anexo a la capilla de Sant Miquel encontramos el cementerio de Verdú.

Su planta irregular, y sus altos muros son significativos en el cementerio de Verdú, todo el perímetro se encuentra rematado en tejas a dos aguas. Su portada principal se ubica en uno de los laterales, bajo un arco de medio punto realizado en piedra se cobija el portón de entrada; sencillo trabajo de reja de la que sobresale dos cruces realizadas en forja. En su punto más alto se observa una sencilla cruz latina realizada en piedra.

Dentro vemos que en todo el perímetro se encuentran las hileras de nichos; disponen de cinco alturas, su moldura es cuadrada y se cobijan bajo soportales con arcos ojivales. Sus pequeñas y pesadas losas son variadas, negras las realizadas en granito contrastan con las blancas realizadas en mármol, sobre ellas, el nombre de su morados y algunos símbolos de índole religioso.

En el núcleo del cementerio de Verdú se diseminan algunas inhumaciones, la gran mayoría de ellas son sencillos enterramientos de los que se elevan sendas cruces realizadas en forja, elemento muy común a mediados del siglo XX.

Su punto de interés arquitectónico más reseñable de la localidad  es la iglesia parroquial, dedicada a Santa María es un edificio datado en el siglo XIII con estilos que van desde el románico al gótico.

Fotografías cedidas por Toni Collbató: Patrimoni Funerari.

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Cementerio de Verdú