Cementerio de Ossa de Montiel

A extramuros de la localidad encontramos el cementerio de Ossa de Montiel, una hilera de cipreses nos guía en el camino y nos presenta la portada del recinto, un portón de reja que se cobija bajo un arco realizado en piedra. Desde este punto pasamos a un pequeño patio donde se disponen unas pequeñas dependencias donde guardan los utensilios de trabajo para el mantenimiento del recinto.

Una vez dentro veremos cómo conviven en perfecta armonía las inhumaciones realizadas en tierra con los ornamentos más comunes en la época en que fueron realizadas;  cruces realizas en forja, cerramientos en el mismo material y pequeñas peanas emergentes realizadas en piedra son los elementos más comunes.

Las agrupaciones de nichos también disponen de su espacio y protagonismo, este modelo de enterramiento cuenta con pequeñas losas que cubren la oquedad así como multitud de arreglos florales dispuestos allí por los familiares de los fallecidos.

La población cuenta con algunos monumentos de interés como la Iglesia parroquial de Santa María Magdalena, situada en el casco urbano y de estilo gótico de principios del siglo XVI. Especial mención merece la Cueva de Montesinos, ubicada a unos cinco kilómetros de la localidad en dirección a las Lagunas de Ruidera, de aquí fue donde el universalmente conocido Don Miguel de Cervantes desarrollo uno de los capítulos de su famosa obra Don Quijote de la Mancha.

Con restos claramente visigodos y a siete kilómetros de la población se encuentra el Castillo de Rochafrida, que aunque sufre los vestigios del tiempo aun sigue teniendo valor histórico.

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Cementerio de Ossa de Montiel