Cementerio de Navas de Estena

El cementerio de Navas de Estena  cuenta con una serie de peculiaridades que iremos desgranando poco a poco. La primera de ellas es la forma en que se realizó este camposanto, que aunque es rectangular en todo su perímetro, es tan estrecho que las sepulturas veremos cómo se disponen a lo largo del recinto en dos hileras, una contigua a la otra. Su contorno está cercado por una tapia encalada y rematada con hilera de tejas a dos aguas.

La entrada se realiza por una sencilla puerta de forja, teniendo como elemento de ornamentación una escueta cruz que nos indica que estamos en la entrada. Y nada más introducirnos en el cementerio hallamos dos pequeñas edificaciones, una de ellas seguramente en tiempos más antiguos cumpliría las funciones de casa del cuidador y enterrador del camposanto, la otra situada enfrente alberga los utensilios necesarios para el cuidado y mantenimiento del recinto.

La otra peculiaridad que tiene este estrecho cementerio es que no dispone de agrupaciones de nichos, todos los enterramientos con los que cuenta son inhumaciones en tierra. Algunas de ellas muy sencillas, teniendo una placa de mármol  a modo de lápida y sencilla cruz de forja como elemento decorativo, otras sin embargo ya cuentan con las costumbres funerarias más actuales como lápidas de mármol o granito, iconografía religiosa- cruces, ángeles, vírgenes- pero lo que no falta en ellas son los detalles florales, costumbre muy arraigada en nuestra sociedad como tributo hacia los seres queridos.

Fotografías cedidas por: JGH-EB.

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Cementerio de Navas de Estena