Cementerio de La Masó

En el extremo de una de las principales calles de la población y rodeado por campos dedicados al cultivo se encuentra el cementerio de La Masó.

El cementerio de la Masó no posee una extensa superficie y toda ella se encuentra cercada por un sencillo muro enfoscado, encalado con mimo, algunos remates rosados sobresalen en su parte más alta.

Su pórtico principal se compone por dos pilares rematados con sendos pináculos de piedra. Su dintel recto aguanta el portón de reja que da acceso al interior del cementerio de La Masó. Todo ello rematado en su parte más alta en un arco de medio punto.

Una vez dentro,  observamos que el núcleo del cementerio tiene como protagonista,  a un nutrido grupo de árboles con porte. Tanta historia tienen estos árboles que copan por completo el perímetro aéreo del recinto.

Adheridos a sus paredes interiores se encuentran las pandas de nichos, no poseen gran altura, tan solo dos, lo cual nos asombra, pues casi siempre suelen tener capacidad para más difuntos. Sus paredes están coloreadas en un suave tono vainilla,  contrasta con el blanco inmaculado de las pequeñas losas que cubren la oquedad con forma de hornacina.

Grabado sobre estas lápidas, veremos símbolos de índole religioso así como pequeños arreglos florales que salpican de colores vivos la blancura de su losa.

Fotografías cedidas por Toni Collbató: Patrimoni Funerari. 

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