Cementerio de La Laguna: San Luis

El cementerio de San Luis, lleva este nombre porque en 1983 se llevó a cabo la primera inhumación de una persona que se llamaba Luis, así que el Ayuntamiento de La Laguna respetó la tradición de poner el nombre de la primera persona que era enterrada en dichas instalaciones, siendo notorio que el cementerio de San Juan fue cerrado de cara a dar sepultura a los fallecidos en 1982. Este camposanto fue declarado en el año 2000 Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento Histórico.

De forma rectangular este cementerio cuenta con la peculiaridad de que no tiene muros que cerquen su perímetro, está abierto a la vista de todo los transeúntes que pasen por esa zona, demostrando que se puede convivir al lado de estas ciudades del silencio. En lo que podríamos denominar “acceso central” se encuentra una edificación que cuenta con las labores de atender y asesorar a toda persona que por allí se acerque. Otra característica de este camposanto es que dispone de varias zonas de aparcamiento dispuestas a los largo de su perímetro para facilitar el acceso a los visitantes.

Dividido en seis cuarteles la gran mayoría de ellos están destinados a pandas de nichos debido al incremento de la demanda en esta forma de enterramiento. El cementerio también cuenta como novedad y como aumento del número de cremaciones un espacio donde poder esparcir las cenizas del ser querido, han puesto a disposición de los ciudadanos un ambiente de tranquilidad e intimidad donde poder hacerlo. Se trata de una iniciativa pionera en Canarias, pues no hay otra instalación igual en ningún cementerio de las Islas. El cementerio de San Luis destinará a este nuevo servicio un área que comprenderá unos 250 metros cuadrados en la vertiente oeste del recinto. Estará compuesta por unos caminos de madera que discurrirán entre el garbancillo, una especie de gravilla en la que se podrán verter las cenizas.

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