Cementerio de Calaceite

La planta irregular del cementerio de Calaceite se va adaptando al terreno, todo su perímetro se encuentra cercado por un ajado muro realizado en mampostería.

Su portón de acceso es de sencilla factura,  y se encuentra cobijado bajo un arco de medio punto donde se puede leer el año en el que comenzó a acoger almas.

Desde este punto nace el camino que divide en dos el cementerio, tan sólo se rompe por un crucero dispuesto en el núcleo del recinto, al fondo se sitúa la capilla del cementerio de Calaceite.

A ambos lados y flanqueados por hileras de cipreses se disponen las inhumaciones, algunas de ellas son humildes enterramientos directos en tierra con una pequeña cartela emergente, otros se encuentran engalanados con pesadas lápidas de piedra o granito, de éstas yerguen cruces latinas.

Alrededor y adheridos a la pared encontramos los nichos, sencillos y ornamentados con los símbolos más tradicionales.

Dentro de su patrimonio arquitectónico y cultural destacan el edificio del Ayuntamiento, fechado en el siglo XVII. La plaza de España o el sitjar de los silos  es el lugar de reunión vecinal, antes  que ellos bajo los porches también se hacían asambleas o se ajusticiaba a los presos.

Especial encanto tiene el casco urbano, en cuyas calles hay réplicas de rincones de pueblos españoles.

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