Cementerio de Burbáguena

Sobrio, así se presenta el cementerio de Burbáguena, su solar rectangular se encuentra cercado por un muro de sencilla factura.

Dentro observamos que la vegetación es escasa, unos pequeños matorrales bajos son su única nota de color verde.

En prácticamente todo el espacio del cementerio se encuentran las inhumaciones, sencillos enterramientos que poseen como elementos de ornamentación. Viendo estas sepulturas podremos apreciar cómo ha ido evolucionando la cultura funeraria a lo largo de la historia. De mediados del siglo XX vemos carteles emergentes y cruces de forja, algo muy común en aquellas fechas.

Al fondo del recinto y adheridas a su pared vemos algunas agrupaciones de nichos, éstos también son sobrios y sencillos  teniendo como aderezos los arreglos florales depositados allí por las familias de los fallecidos.

Dentro de su casco urbano aún quedan edificaciones pertenecientes a los siglos  XVI y XVII, su estilo es renacentista aragonés. El castillo que antiguamente dominaba la población hoy está en estado ruinoso, aún así se puede  observar tres torres de pequeño tamaño. La iglesia parroquial data del siglo XVIII y significativa es su torre de ladrillo, de estilo barroco-mudéjar.

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Cementerio de Burbáguena