A la entrada encontramos el camino hacia un frondoso paseo principal que divide el cementerio en dos, y a su vez estas mitades están divididas en cuatro cuadrantes cada uno, todos delimitados por pequeños caminos flanqueados por pinos y cipreses. En la zona de la entrada encontramos también los cuarteles de nichos y columbarios, donde el suelo está solado, pero en cuanto traspasamos el muro del cementerio original nos trasladamos décadas atrás, y podemos disfrutar de la arquitectura funeraria y del paso del tiempo en las modas funerarias, encontrando tumbas tanto de piedra antigua como las más modernas de granito.

Principalmente hay que destacar la gran cantidad de vegetación centenaria que tiene el cementerio de Almadén y su envidiable localización.

Contacta con nosotras