Su solar se trata de un recinto rectangular y todo su perímetro se encuentra cercado por una tapia apilastrada y enjalbegada. Su acceso  lo haremos por una de sus fachadas que cuenta con cinco vanos, y veremos que cuenta con vegetación escasa y su pavimentación es sencilla.

Nada más entrar nos hallaremos en un patio ajardinado, tras el que comienzan las calles con las inhumaciones en tierra las cuales cuentan con ornamentación típica funeraria acorde al tiempo en el que fueron realizados. Las agrupaciones de nichos se distribuyen a lo largo del muro del cementerio.

En el cementerio de Albox los mausoleos y parte del lapidario están realizados por los marmolistas utilizando como materia mármoles de la zona. Sus dos mausoleos principales son los de las familias Granados y Fernández Pardo.

Asimismo existe una capilla, situada en el centro del recinto pero actualmente su estado es bastante deplorable, teniendo en cuenta que la fecha aproximada de la construcción de este camposanto es del último tercio del siglo XIX.

Se recuerda la construcción de un recinto extramuros para un solo difunto, poco después de la Guerra del 36.

Sobre el año 1500 esta población sufrió un fuerte terremoto que destruyó gran parte del puesto y que obligó a demoler su vetusto castillo. Otro trágico episodio de su población fue una epidemia de fiebre amarillo cuyo brote inicial se originó en Cartagena y se propagó implacable sesgando vidas a través de todos los pueblos del Levante Español.

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