Cementerio de Albalatillo

Situado fuera de la población. En los alrededores se puede encontrar una sencilla joya del gótico, la ermita de Nuestra Señora de la Xarea, levantada en el siglo XIV, en piedra y mampostería. En su interior acoge un sarcófago, en el que hay una escultura medieval tumbada de un caballero, que posiblemente se trate del Señor de Biota. En los alrededores de la ermita pueden apreciarse lo que seguramente sean restos de piedras sillares de la atalaya que pudo haber en el promontorio.

De solar cuadrado, rodeado en todo su perímetro por una tapia encalada y rematada con teja. Entramos al recinto por una puerta realizada en forja dentro, la vegetación interior consta de algunas pequeñas agrupaciones de arboleda. La peculiaridad de este cementerio reside en el perímetro interior el cual se encuentra en todo su contorno con pandas de nichos y algún panteón anexo a sus paredes. Engalanadas con lápida de piedra, icono religioso y  salpicado de colores por las flores que allí reposan. Las sepulturas que encontramos repartidas por el núcleo del camposanto en su mayoría se encuentran realizadas en tierra con lápida de mármol blanco inmaculado e inscripción. Sencillo cementerio el de Alabatillo pero siempre con historia de su población que merece la pena conocer.

La fosa se localiza a un par de kilómetros del casco urbano de Albalatillo. Para llegar al lugar hay que seguir la pista que desde el pueblo conduce a la granja porcina propiedad de Alonso, o, lo que es lo mismo, el camino de Albalatillo hacia Los Piconetes. Las tumbas se encuentran a escasos metros de las instalaciones.

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Cementerio de Albalatillo