Cementerio municipal de Valls

El cementerio de Valls es un amplio recinto con una portada pintada en color salmón, siendo el resto del muro que lo rodea de cal blanca, completamente rodeada por los típicos cipreses que suelen dar la bienvenida (y ser punto de referencia) a los cementerios.
Desde la puerta principal una avenida de árboles divide el cementerio en dos. En la primera zona podemos encontrar las tumbas más antiguas así como los panteones, frente al resto del cementerio que se compone de diferentes cuadrantes de nichos y columbarios. El suelo, completamente solado, contrasta con la frondosidad que le rodea.
Los fallecidos en el hospital de Valls eran inhumados en el cementerio, donde también se inhumaban refugiados que murieron en la población. Los hospitales continuaron funcionando después de la ocupación de la población, el 14 de enero de 1939, cuando la mayoría de heridos republicanos habían sido evacuados, ahora ya gestionados por las tropas franquistas. Los muertos del hospital y algunos refugiados en la ciudad que murieron durante la guerra fueron enterrados en una fosa común del cementerio, hoy en día en parte trasladada al osario y de difícil ubicación por los cambios que ha habido en el recinto funerario.

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