Cementerio de San Miguel de Abona

El cementerio de San Miguel de Abona está consagrado a San Miguel. Tiene dos entradas, la primigenia que se encuentra cerrada y al principio de la calle, y la actual, perteneciente a la ampliación, de corte bastante modernista. De perímetro irregular por estas mismas ampliaciones y lo escarpado del terreno, está rodeado de un muro perimetro de media altura encalado en blanco. Una vez dentro, por la parte de la ampliación, encontramos un patio muy amplio en cuyo centro encontramos una ermita. En las paredes descansan los nichos, y hay alguna tumba de corte actual, en granito y mármol, al suelo. Como decoración, encontramos distintos parterres de rosales.

Subiendo unas escaleras, encontramos otros cuarteles de nichos, dedicados a diferentes santos: Santa Rosa, San Gregorio, Nuestra Señora del Pilar, San Teófilo y Santo Domingo. Pasada esta zona llegamos a lo que fue el cementerio original. En él encontramos varias sepulturas a tierra sobre césped, siendo la más antigua datada en 1892. En esta zona se mezclan diferentes estilos, además de guardar las cruces de las tumbas más antiguas, que debieron de ser exhumadas. Además hay una pequeña zona, una especie de pequeño panteón abierto, en la que están enterrados los sacerdotes difuntos de la zona.

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