Cementerio de Quéntar

Siguiendo la orden que emitió Carlos III el cementerio de Quéntar se ubica a extramuros de su población, lo encontraremos rodeado por la vegetación salvaje que por allí crece. De solar cuadrangular este recinto se encuentra cercado por un muro sencillo corrido, enjalbegado y rematado en su parte más alta con tejas a dos aguas.

En su fachada principal se ubican tres entradas haciendo pensar que el cementerio a lo largo de los años se ha visto sometido a alguna ampliación, el acceso principal consta de una cancela sencilla con su parte inferior ciega y rematada con barrotes hasta terminar con detalles en punta de flecha. Adherida a ésta una pequeña edificación que casi  con toda seguridad en sus días albergó la vivienda del sepulturero.

Una vez dentro y siguiendo el camino que nace desde la misma entrada  vemos que en este cementerio predominan las agrupaciones de nichos teniendo un módulo central con enterramientos en ambas caras y rematado con tejado a dos aguas, su ornamentación funeraria suele ser sencilla, pequeñas lápidas con el nombre del difunto grabado así como pequeños arreglos florales.

Dispone de un espacio aunque más reducido para las inhumaciones en tierra, aquí observamos cómo han ido evolucionando los elementos de decoración según la época en que fueron realizados así pues veremos sencillas lápidas de piedra o mármol blanco y detalles en forja muy común en el último tercio del siglo XX.

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