Cementerio de Abenójar

De solar trapezoidal este cementerio cuenta con todo su perímetro rodeado por una tapia blanqueada y rematada en teja. El acceso principal del cementerio de Abenójar  dispone de espacio suficiente para poder dejar los vehículos, su entrada se realiza por una puerta de forja, una vez dentro del recinto podremos observar cómo se divide en dos, quedando la primera zona reservada para las pandas de nichos que se adhieren a sus paredes, la mayoría con lápida y ornamentación floral.

Al fondo del recinto se encuentran distribuidas las sepulturas, las más antiguas y siguiendo las costumbres de otras épocas realizadas directamente en tierra, algunas con lápida de piedra, otras con cerco de forja y otras con una sencilla cruz. Las más contemporáneas ya cuentan con materiales como el mármol o el granito. En menor número pero siempre presentes se encuentran los panteones integrándose en el paisaje, su vegetación más notable en el exterior que dentro del recinto guía al  visitante sin temor a que se extravíe.

En junio de 2012, en un anexo del cementerio que se conocía como “cuarto de los desgraciados” se han recuperado tres cuerpos de una fosa. Parece ser que corresponden a tres maquis que fueron fusilados ante las tapias del cementerio el 2 de junio de 1941. Según los testimonios, en otra fosa aún no localizada estarían los restos de otras dos víctimas asesinadas en noviembre de 1940.

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