Su cementerio claro ejemplo de necrópolis de montaña, que se adapta a la topografía del lugar se encuentra sobre una ladera en las afueras de la población. Cuenta con un horario de apertura y cierre sujeto a los vecinos de la población.

 El cementerio de Bacares ocupa una parcela de contorno irregular, con su perímetro rodeado por una tapia realizada en mampostería y adaptada a las necesidades de la ladera. Aunque vegetación tiene un indudable valor paisajístico por la zona, cuenta con una vegetación escasa de árboles con porte. Su entrada se realiza por una pequeña y sencilla cancela de reja.

Dispuesto en bancales o plataformas la primera de ellas está bastante nivelada y es donde se encuentra el acceso al camposanto y un pequeño cuerpo de edificación junto a ella. En este segmento  los enterramientos se disponen siguiendo ciertas pautas de ordenación por calles existiendo una mayor densidad de inhumaciones. Su segunda zona, que baja por el flanco de la ladera los enterramiento están realizados de forma espontánea incluso van interrumpiendo el camino.

Bacares cuenta con un encanto particular gracias a su arquitectura popular y a la naturaleza que lo rodea, incluso es denominada como La Perla de los Filabres. Entre algunos de ellos podremos ver el Castillo de Bacares de construcción musulmana y datado en el siglo XIII, la Iglesia de Santa María de estilo múdejar en la que se venera la imagen del Santísimo Cristo del Bosque, patrón del pueblo.

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