Entre los años 1955 y 1984 sufre diversas ampliaciones que hace que su contorno tome forma irregular, su entrada se realiza por una portada de orden apalastrado  y frontón curvo, anexo a la iglesia. Su perímetro está cercado por un cerramiento de muro alto, liso y encalado, cuenta con una vegetación escasa distribuida por el recinto.

Dentro de él podremos observar cómo se disponen los grupos de enterramientos con bóvedas trasdosadas agrupadas en rimeros, con frontones partidos, estos se hallan en los dos primeros patios del cementerio. Las lápidas se conservan adheridas a la pared y sus panteones de habitáculo adosados a la cerca.  También la iglesia dispone de un pórtico de entrada con tres arcos de piedra, dos torres y una curiosa cúpula en el crucero.

Aunque hay que decir que el primer cementerio de Abla se encontraba en la Parroquia de la Anunciación, su recinto lo ocupa una capilla pegada a la Iglesia y un pequeño corral de flores para adornarla. Cuenta la tradición de que en ese lugar fueron mártires, en la época romana, Apolo, Sacio y Crotato, como así lo recogen algunas lápidas con su iconografía, las fechas más antiguas son de mediados del siglo pasado.

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