Cementerio de Alía

El cementerio de Alía es un pequeño recinto situado a las afueras del pueblo. Nada más llegar, antes de entrar, en la explanada que lo precede, podemos encontrar dos tumbas curiosas, ya que ambas se encuentra fuera del perímetro delimitado como camposanto. Una de ellas representa una mujer doliente con un búho a su espalda, y la otra una cruz semi tumbada. Entre ambas sepulturas hay unos metros de distancia.

En su interior, el cementerio está dividido en varias calles, sin seguir un orden establecido. Todos son cuarteles de nichos de diferentes alturas (de 1, 2 y 3 alturas) donde se puede ver claramente el paso del tiempo desde su inauguración y las diferentes modas en cuanto a sepulturas que ha habido a lo largo de su historia, desde los pequeños nichos con las lápidas decoradas de principios de siglo XX, hasta los actuales de granito y piedra.

Al no seguir ninguna línea central, el cementerio de Alía se convierte en un pequeño laberinto, con suelo de tierra y sin ningún tipo de vegetación más allá de las flores que decoran las diferentes sepulturas.

Al estar cerca de Guadalupe, Alía cuenta también con el patrimonio de la Ermita de San Isidro, la Iglesia de la Calera y la Iglesia parroquial en honor a Santa Catalina, edificada en el siglo XV entre los periodos del arte mudéjar, por lo que en su construcción se pueden observar características tanto del románico como del gótico temprano.

Contacta con nosotras

Cementerio de Alía